Los movimientos sociales se están erigiendo en un elemento clave para la reivindicación y transformación social y política en nuestro entorno. En general los ciudadanos somos conscientes de ello aunque, a menudo, su labor es silenciada e ignorada por medios y agentes públicos. Ciudad Compartida pretende ser una herramienta para evitarlo: una ventana que tú puedes abrir para dar visibilidad a su trabajo.

Hace mucho que la ciudadanía se está organizando para escuchar colectivamente, activarse, llevar a cabo acciones locales con intención de extender sus éxitos comunes más allá. Unos barrios más que otros, unas ciudades de una forma y otras de otra, más o menos acompañadas por las instituciones de gobierno.

En cualquier caso, los vecinos no han abandonado nunca sus calles y trabajan en centros de variado tipo. El abanico es grande: desde los edificios ocupados y autogestionados, a los de titularidad pública y gestión vecinal, o de las llamadas entidades “de segundo grado” constituidas con el objetivo único de servir a la comunidad y territorio en la que se implantan.

La tipología en este caso no afecta a los objetivos, sí quizá a los recursos y caminos disponibles para alcanzarlos. La opinión publicada, tanta estos días a raíz de las movilizaciones del Centro Social Autogestionado de Can Vies en Barcelona, no siempre ha respetado la intencionalidad de estos proyectos a pesar del trabajo que realizan en beneficio de la comunidad donde están situados y del apoyo local conseguido por su labor silenciosa y diaria. Cuando la noticia proyecta la luz sobre este tipo de centros autogestionados no muestra este esplendor, sino que se centra en una capa muy superficial de la realidad.

Vamos entonces a trabajar conjuntamente los datos disponibles. Vamos a mostrar en nuestra ciudad dónde y cómo los vecinos están reaccionando a las necesidades de los barrios. Vamos a trabajar los data set (conjunto de datos) disponibles, todos los disponibles. Hemos comenzado con Barcelona por motivos  de actualidad utilizando tanto documentación del movimiento ocupa como de colectivos vecinales. Hemos localizado, analizado, clasificado, procesado y completado la información disponible para mostrar la forma de contactar, sus perfiles de redes sociales e imágenes que nos ayuden a reconocerlos en nuestras calles.

Los expertos en el tratamiento de documentación pública llaman a este trabajo “minería de datos”. Básicamente picamos, buscamos, limpiamos y ordenamos… un poco, es solo un comienzo.

Porque necesitamos tu ayuda. Porque nadie más que tú sabe lo que ocurre en tu barrio y nadie mejor que tú puede participar en construir esta visualización que muestre dónde hay proyectos colectivos vecinales, y donde faltan. Así está imaginada esta Ciudad Compartida.

Tomemos de nuevo Barcelona, nuestro punto de arranque, como ejemplo. Mirad el mapa: es fácil ver dónde faltan centros, de una mirada se entienden las relaciones entre tipología de vecinos y modalidad de centros. Y rápidamente llega la lógica, tras observar la imagen: cómo donde las instituciones y gobiernos municipales no han respondido, los vecinos han tomado decisiones. Y solo con unos pocos datos… imaginad la información que sacaremos todos juntos.

En Ciudad Compartida nos inventamos un concepto: El Equal Data. Porque a la búsqueda de la información disponible de la metodología Big Data incorporamos el rastreo de las desigualdades y el deseo de evidenciarlas, primer paso para borrarlas del… pues eso, del mapa.

Vamos allá, pues. ¿Nos ayudas?

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Merche Negro

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