Son de sobra conocidas las acciones que algunos colectivos de esta gran familia vienen generando durante años, apoyo mutuo en recursos humanos, profesionales que colaboran para que diferentes proyectos se hagan realidad, construcción de protocolos de intervención en código abierto y toda una amalgama de sentimientos y realidades a[e]fectivas que forman parte de la idiosincrasia cooperativa de la Red Arquitecturas Colectivas (AACC).

En estos años de funcionamiento, otro de los pilares fundamentales y de la vida en común de esta red ha sido la reutilización de materiales, la redistribución de estos por el territorio estatal y el apoyo que los mismos han supuesto para reducir costes en los diferentes proyectos donde se han utilizado. Diferentes colectivos y sus experiencias distribuidas por toda la península en la gestión y reutilización de materiales han demostrado el potencial transformador de esta forma de trabajar.

Proyectos como LaCarpa Sevilla y su reutilización de materiales que provenían de diferentes oportunidades como el desmontaje de Aula Abierta (Granada) y el reciclaje de maderas de una exposición de Matadero Madrid; la cláusula del convenio de colaboración entre LaFábrika detodlavida y el Ayuntamiento de Los Santos de Maimona para la cesión de uso de materiales de almacenes públicos con los que apoyar la rehabilitación del espacio; la reutilización de elementos de obra pública que apoyo la realización del skatepark de Arbúcies (SK8+U); la reutilización de los materiales de las intervenciones del Reset de Barcelona y su posterior redistribución a proyectos sociales de la ciudad o la construcción del equipamiento de la residencia de MediaLab Prado por parte de Makea con materiales provenientes de los almacenes municipales de Matadero Madrid, son algunas de la experiencias que se vienen generando desde 2007.

Incluso, uno de los detonantes de la formalización de AACC como red, ya estaba conectado con la redistribución de materiales y elementos de construcción. En este caso, los contenedores provenientes del Ayuntamiento de Zaragoza, que mediante la gestión de Recetas Urbanas, sirvieron para que más de 40 colectivos pudieran tener una sede, un espacio de producción o para apoyar la visibilización de nuevas maneras de construir ciudad. La mayor parte de las veces, unidas a procesos de participación a mayor o menor escala.

Es por esta manera de conectar necesidades ciudadanas, materiales y procesos de construcción social, por lo que nace una mirada común para unir esfuerzos y materializar un formula que ya compartimos, en una hoja de ruta abierta y replicable.

Desde hace unos años, dentro de la Red AACC viene germinando un grupo de trabajo llamado GRRR, unas siglas, bastante raras por otra parte, que resumen una idea “Gestión para la Redistribución y Reutilización de Residuos”. Este grupo de investigación colectiva se formaliza en un proyecto con el que conectar ofertas y demandas de materiales entre iniciativas sociales, administraciones públicas y entidades privadas. El objetivo es generar una estrategia compuesta de protocolos, convenios y manuales y una herramienta digital que permita la visualización de oferta y demanda, la gestión y seguimiento de los recursos, así como el cálculo del impacto ambiental. Se trata de mantener circuitos que prolonguen el ciclo vital de los materiales, dotándoles de segundas y terceras vidas dentro de estos proyectos, para resolver necesidades de los mismos y potenciar su autogestión.

Un proyecto madurado en barrica

El nacimiento de este grupo de trabajo, de esta apuesta colectiva y distribuida con la que generar estrategias de gestión y reutilización de recursos materiales para proyectos que comparten ideas y valores sociales similares a los de la Red AACC se remonta a Diciembre del 2012, durante el desarrollo del V Encuentro Internacional de la red en la ciudad de Sevilla. El proyecto, nace de las sinergias y los protocolos de acción en arquitectura, diseño y gestión social que comparten diferentes colectivos como Recetas Urbanas, Makea Tu Vida, LaCol, LaFabrika detodalavida, M-txea, Todo por la Praxis, Straddle3 y WWB. La mirada, en un principio, estaba puesta en canalizar las diferentes ideas que cada colectivo tenía sobre las ya manoseadas tres erres (Reducir, Reciclar, Reutilizar), ponerlas en común y empezar a compartir las dispares formas de hacer para concebir una criatura juntas, también para criarla y cuidarla entre todas.

De estos primeros pasos, se rescatan muchos items desarrollados en el tiempo (2012/2015), que no es cuestión de entrar a analizar en esta ocasión. Lo que si estaría bien, sería lanzar diferentes preguntas al debate sobre lo colaborativo: ¿Cómo gestar procesos distribuidos en el entorno de precariedad e inmediatez de las prácticas colaborativas? y la más difícil todavía ¿Cómo mantenerlos en el tiempo sin frustrar las expectativas generadas? Si algo nos ha quedado claro en este grupo, es que contestar a esa pregunta pasa por una cantidad de variables que ya merecerían de un estudio más amplio para evaluar nuestras prácticas a nivel global, si alguien se atreve estaremos dispuestas a contar nuestra experiencia.

Más allá de lo sucedido en estos años, de las idas, de las venidas, de los puntos bajos y los altos, de los esfuerzos de unas y otras por sacar esta idea adelante como se merece, con este artículo venimos a celebrar el descorchado de esta maduración en barrica y a contar los próximos pasos.

Primeras catas de un caldo colectivo

El año 2015 se presentó clave para lanzar el desarrollo de GRRR. Todo comienza con la realización de un primer testeo de la investigación con el Ayuntamiento de Barcelona donde también se recopila el material producido en años anteriores. Con la escusa de presentamos a varias convocatorias, entre ellas los Premis Ecodisseny 2015 e Idea Camp 2015 y realizar un taller de localización de recursos/agentes en Barcelona en el marco de los OSCEDays, se da forma al primer diseño de la plataforma (beta 0.0), la imagen gráfica y la esquematización e infografías para la logística del proyecto. Además, parte de esta estrategia de GRRR estuvo expuesta en la ultima edición de Rehogar_7 en el BioBui(l)t en pleno corazón del distrito de Ciutat Vella, en el barrio del Raval de Barcelona que tenía como temática “Habilidades y Compromisos”

Entre los intentos realizados por meter el proyecto en una convocatoria, fuimos seleccionados como uno de los 50 proyectos europeos (de entre más de 400) que participarían en la convocatoria Idea Camp 2015 bajo el lema “Build the city”, promovida por la European Cultural Foundation. Uno de los integrantes del equipo se fue hasta Botkyrka (Suecia), en el marco del espacio Subtopia, donde se desarrollo el evento principal de Idea Camp un campamento diseñado para mejorar la colaboración, el intercambio de ideas y la cultura en red para transformar Europa, donde presentamos nuestro proyecto y realizamos un fructífero contacto con otras entidades. Después de esta experiencia debíamos elaborar el material para pasar un segundo corte de la convocatoria de la que solo quedarían 25 proyectos. Y así fue, a finales de Noviembre de 2015 GRRR entró entre los proyectos finalmente seleccionados y con ello se daba un primer empujón a la materialización del proyecto.

Con este panorama favorable, nos juntamos a modo de retiro todo el equipo (Alberto / Makea Tu Vida, Diego / Todo por la Praxis, David / Straddle3, Eliseu / LaCol, Ale / WWB, Santi / Recetas Urbanas, Jon / M-txea y Siro / LaFábrika detodalavida) hace unas semanas en Calafou (un proyecto de Colonia EcoIndustrial PostCapitalista promovido por la Cooperativa Integral Catalana). La idea de este encuentro en familia, más allá de darnos mucho [h]amor, era compartir unos días para reflexionar sobre el proceso que hemos vivido durante estos años, rescatar nuevas miradas e ideas para incorporarlas al mismo y desarrollar un mapa de objetivos y un plan a implementar en los próximos meses con nodos distribuidos por toda la geografía española.

Los días estuvieron marcados por un lado, por el inmejorable escenario de Calafou, la convivencia con sus habitantes y el conocimiento de su proyecto desde dentro, y, por otro, por un contexto productivo de los que renuevan el cuerpo y la mente. Al fin y al cabo nos estamos “arrejuntando” proyectos/personas de todo el estado para proponer nuevas políticas de reutilización de recursos materiales destinados a proyectos que cumplen un código ético relacionado con la economía social, que añaden un valor social a sus prácticas, proyectos abiertos que conectan con la ciudadanía, con las diferentes expresiones culturales de las mismas y que llenan de vitalidad nuestras ciudades, nuestras vidas al fin y al cabo. Este es nuestro objetivo principal, dar soporte desde la reutilización de materiales a estas formas de construir ciudad.

Los próximos pasos estarán conectados con la realización de las primeras guías que servirán de soporte para la producción de protocolos abiertos, replicables y adaptables a cada contexto, la investigación y el análisis de diferentes casos a escala local, regional, nacional y sus legislaciones sobre reutilización y un primer avance de la plataforma digital.

Esto acaba de comenzar, nos queda un largo viaje por almacenes, códigos, estrategias, inventarios, casos prácticos, legislaciones, visualizaciones de datos,... del que os seguiremos informando, en primera instancia, a través de la web de Arquitecturas Colectivas, ya que esta red es la madre de la criautura.