El juego como la primera actividad del ser humano en la construcción del espacio. Las líneas de la cancha generan el espacio del juego, donde las reglas permiten una socialización fuera de los parámetros socialmente impuestos. El niño se mesura con el grupo de pares, construyendo su propio lenguaje. La actividad del juego, que está hecha en un espacio abierto; la calle, es una decodificación infantil de los estímulos que llegan de la calle misma. ¿Cómo puede ser posible que una infancia libre y auto determinada será seguida de una vida de frustrante alienación confinada al trabajo?

El “arte” urbano es la metáfora del juego de calle, que huye de la lógica del arte cerrado en una galería, trayendo estímulos y creatividad en el espacio público influenciando las interacciones cotidianas. Pero a la vez el sujeto espectador se transforma en actor, porque la acción de jugar forma parte de la intervención y de la apropiación del espacio, encontrando así el aspecto más significativo en la necesidad de crear, construir y reconstruir lo que normalmente es negado en espacios convencionales.

Nuestra propuesta está dirigida al rescate y la adaptación de juegos tradicionales y urbanos, los cuales sucederán en lugares si bien no confinados, pero si casi modelados naturalmente a contener actividad lúdica. Procederemos con un diseño que al mismo tiempo incorpora nociones y principios de composición abstracta con la posibilidad de ser codificado en una leyenda de ese mapa de juegos. Y además incluiremos las propuestas y el imaginario colectivo de los habitantes del lugar.

Caracas (Venezuela) - Roma - Palermo - Vietri di Potenza (Italia)